La electrotricogénesis (ETG) es un tratamiento para combatir la calvicie, por medio del crecimiento natural del cabello propio. Para entenderlo primero hay que hablar brevemente de lo que es el cabello y su caída.
El cabello nace de los folículos pilosos y está hecho de keratina, una proteína muy dura y resistente. Distintos factores como la genética y la piel son los que determinan cuestiones como qué tan lacio o rizado es, así como su color y grosor. El folículo es lo que fija cada pelo a la piel y dentro del mismo se encuentra la raíz del cabello, dónde están las células vivas del mismo que se reproducen y lo hacen crecer.
El cabello tiene un ciclo natural: crece, después deja de hacerlo por un tiempo y cae. La caída de alrededor de 100 cabellos al día es natural y usualmente un pelo cae porque uno nuevo ya nació en el mismo folículo y empuja al anterior que ya ha muerto.
Cuando factores como la contaminación, la genética, medicamentos o el estrés, aceleran la caída del cabello, también suelen debilitar al folículo. Entonces el cabello que nace comienza a ser más delgado y su periodo de crecimiento se acorta. Cuando el folículo muere, ya no hay nada que hacer.
La electricidad al rescate
La ETG consiste en usar pulsaciones eléctricas de baja intensidad sobre el cuero cabelludo, las cuales no producen sensación alguna. Esta electricidad estimula a los folículos que aún están vivos, para que comiencen a producir pelos que sean más gruesos y fuertes, y que así duren más tiempo en crecimiento. De esta forma se recupera el volumen de cabello en las áreas que se había perdido: el mismo cuero cabelludo empieza a recuperar la calidad perdida.
Es importante remarcar que cuando una persona se percata de que está perdiendo el cabello, suele ser cuando ya ha perdido alrededor del 30% del mismo. Es decir, como no suele suceder de un día a otro, el proceso paulatino no llama la atención de un paciente hasta que la calvicie se vuelve obvia, lo cual es cuando se ha perdido cerca de la tercera parte de cabello.
En ese momento es probable que ya algunos folículos hayan muerto y es imposible estimularlos. Sin embargo todos aquello que siguen produciendo cabello tan delgado que parece simplemente vello incoloro, son aquellos con los que la ETG trabaja. Poco a poco, sesión tras sesión, semana tras semana, se restaura la actividad de esos folículos y el cabello comienza a crecer.
El método tiene un éxito del 96.7% de acuerdo con los estudios realizados y es una opción muy atractiva pues no quita mucho tiempo, no genera molestias, y no es invasivo ni requiere dietas especiales ni la ingesta de sustancias ajenas al cuerpo.