Cuando se trata de temas sobre salud, estética, estilo de vida y más, es común hallar información de todo tipo en línea. De hecho muchos sitios publican información sin verificar sus fuentes, lo cual promueve que haya confusiones, pues hay datos contradictorios y se difunden los mitos sin sustento.
Esto es muy común en temas referentes al cabello y tiene su origen en creencias populares que muchas veces son erróneas o incompletas y se repiten sin sustento.
Por eso es importante aclarar verdades y mitos: para tener información adecuada y entender por qué algunos cuidados le sirven a algunas personas y no a otras, además de distinguir rumores y modas de la verdad.
1. Cortar el cabello para que crezca distinto
Es común y es una idea que surge de algo lógico, pero falso: el cabello largo y maltratado va a crecer con mayor rapidez si no se desperdician nutrientes en las puntas largas que se ven mal y lo debilitan. La realidad es que el cabello crece a un ritmo constante y la parte realmente viva es el folículo y la raíz. Lo demás no está consumiendo nutrientes del cuerpo.
Sí es conveniente cortarlo para eliminar lo maltratado o por gusto estético, pero la longitud máxima de cada persona es distinta y tiene un límite. Es decir, si has dejado crecer tu cabello por más de dos años sin cortarlo ni hacerle tratamientos químicos, ha alcanzado su máxima extensión posible en la mayoría de los casos o no crecerá mucho más. Cortarlo no afecta el crecimiento ni la caída del cabello.
2. El uso de acondicionador es indispensable
Este es otro de los mitos más comunes. El acondicionador sirve para reponer el efecto de ciertas grasas que se pierden por culpa de los shampoos. Estos aceites sirven para que el cabello no quede tan esponjado, y sea fácil desenredarlo al cepillarlo. Sin embargo los shampoos sin sulfatos no eliminan las grasas naturales, por lo cual si utilizas uno que no tenga esos compuestos, probablemente no necesites acondicionador. Además, no recomendamos su uso en personas que estén bajo un tratamiento de recuperación capilar, ya que precisamente se busca más volumen y el acondicionador hace que aparente ser menos cabello.
3. La dieta influye
Esto es parte verdad y parte mito. Sí, la keratina depende de la alimentación y la desnutrición, así como la deshidratación, afectan al crecimiento de uñas, cabello y piel de forma casi inmediata. Esto se debe a que el cuerpo prioriza los órganos internos como el corazón, el cerebro y los pulmones, además del sistema digestivo y renal, antes de asignar sus recursos a otras áreas.
El problema es que algunas personas recomiendan ciertas dietas como milagrosas y que repondrán cabello de inmediato o lo harán mucho más fuerte. En realidad esto es falso y si una persona detecta una mejora casi inmediata en su cabello al cambiar de dieta, la realidad es que antes tenía una dieta deficiente y carecía de algunos nutrientes, pero no significa que la nueva dieta específicamente tenga efectos milagrosos, solo que ya se dejó atrás una carencia.